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La industria minera ecuatoriana reza a sus santos para 2023

El potencial está. El interés de los inversionistas está. Los proyectos están. Pero falta la voluntad gubernamental de decidirse de una vez por todas a impulsar la minería como motor de la economía nacional. En un entorno en el que, lamentablemente, hay más obstáculos que certezas, los actores del sector minero ecuatoriano cruzan los dedos para que pueda resolverse todo aquello que impide dinamizar la actividad. En todo caso, la expectativa es que eo próximo año se concreten todos esos proyectos que han estado paralizados y se mejore el entorno jurídico. 

Las cifras hablan por sí solas. La minería en el Ecuador ya no es una promesa, es una realidad. Solo para mencionar, según las cifras que maneja el Banco Central del Ecuador, los minerales constituyen el tercer producto no petrolero que más se exporta, solo por detrás de banano y camarón. De hecho, en el primer semestre de 2022, las exportaciones por este rubro sumaron USD 1 457 millones y las autoridades han proyectado que estas lleguen a USD 2 800 millones al culminar este año, es decir, 34% más que 2021, cuando alcanzaron los USD 2 092 millones. Asimismo, se estima que los envíos de minerales al exterior alcanzaría los USD 3.600 millones en 2023.

Si los números son contundentes para el propio aparato público, para el sector privado, el directamente involucrado con la actividad minera, lo son aún más. Por ejemplo, Ron Hochstein, presidente y CEO de Lundin Gold, que tiene a su cargo el proyecto Fruta del Norte, en su reporte de producción periódica, aseguró que se vienen años mejores. “Con los precios actuales del oro y teniendo en cuenta el bajo costo de esta mina, a pesar de la presión inflacionista, esperamos continuar generando un fuerte flujo de caja libre en los próximos años, con una previsión de producción muy superior a las 400.000 onzas. Para el 2024, el objetivo es producir entre 450.000 y 500.000 onzas de oro; y en el año siguiente llegar a las 515.000 onzas. El próximo año está planificado realizar 28 000 metros de perforación en exploración cerca de la mina y regionales”.

Eso se sintoniza con el informe que el Grupo Spurrier trabajó en torno a la “Importancia actual y futura de la industria minera en Ecuador”. En el documento, la consultora concluye que “El Ecuador tiene una oportunidad única para impulsar el despegue de la minería, generando un entorno amigable con la inversión y con reglas claras a través de la construcción de una institucionalidad fuerte. La minería se convertirá en una fuente importante de divisas por Inversión Extranjera Directa y exportaciones y de ingresos fiscales vía regalías e impuestos. Adicionalmente, se constituirá en un motor del crecimiento económico a través de los encadenamientos productivos vía el consumo intermedio al resto de industrias y la generación de empleos directos e indirectos”.

¿Cómo sostiene estas proyecciones? Con cifras. Entre otras cosas, el informe explica:

  • Ecuador cuenta con proyectos mineros de clase mundial. El proyecto Cascabel se encuentra entre los mayores descubrimientos mundiales de cobre en la última década. Se espera que en el 2028 entre en operación.
  • La inversión, solo en los proyectos avanzados (y las tres minas en fase de explotación), tendría un valor presente de USD 21.398 millones hasta el fin de su vida útil en 2052.
  • Las exportaciones tendrían un valor presente de USD 176 396 millones hasta el fin de su vida útil en 2052.
  • Las recaudaciones fiscales, solo en los proyectos avanzados (y las tres minas en fase de explotación), tendrían un valor presente de USD 44 449 millones hasta el fin de su vida útil en 2052.
  • Las regalías para inversión social, solo en los proyectos avanzados (y las tres minas en fase de explotación), tendrían un valor presente de USD 7 040 millones hasta el fin de su vida útil en 2052.
  • En los próximos cuatro años, el empleo formal directo se incrementaría en más de 215 000 plazas en relación con el 2020, cerrando el 2024 con 270.180 plazas. A partir del 2027, el sector minero generaría más de 500 000 plazas formales de empleo entre directas e indirectas.
  • El elevado potencial de expansión minera podría transformar a este sector, en un mediano plazo, en motor de la demanda de bienes y servicios de otros sectores que le proveen servicios.

Sin embargo, para llegar a alcanzar estas metas, hay que sortear varios desafíos, entre ellos:

  • Las amenazas de un lobby militante anti minero y el ambiguo apoyo a la minería por parte de la élite política en el pasado.
  • El debate para el futuro minero de Ecuador se libra en el corazón y la mente de los ciudadanos.
  • Lo que estipula la Constitución es la necesidad de una consulta previa a las comunidades del área de influencia del proyecto. Esta es una responsabilidad del Estado que no ha podido ser cumplida por falta de una ley que la regule. La consulta previa es un mecanismo de participación ciudadana que no tiene el poder de veto en la actividad.
  • Los conflictos relacionados con la consulta previa pueden entorpecer la viabilidad de las concesiones, con la consecuente pérdida en inversiones y tiempo invertido en impulsar un proyecto minero.
  • La minería ilegal está conectada con el narcotráfico y asociada con elevados niveles de violencia. En los territorios en los que prolifera la minería ilegal el Estado deja de tener control y pierde la capacidad de garantizar la seguridad a la población de la zona de influencia.
  • La reapertura del catastro minero en fundamental para continuar impulsando y desarrollando un pipeline de proyectos mineros. La exploración toma muchos años y es importante que el trabajo de descubrimiento y desarrollo continúen permanente y sistemáticamente.
  • Para que en el futuro existan proyectos en fase avanzada, se requiere que existan muchos en fases tempranas en la actualidad
  • Si se frena el inicio de nuevos proyectos, el impacto se sentirá en el futuro cuando no existan nuevas minas que entren a operación.

¿Y si la minería se detiene, cuál sería el impacto? En el escenario de que ningún proyecto nuevo entrara a producción, lo cual implicaría que queden en explotación solo dos minas: Mirador y Fruta del Norte, los costos de oportunidad para el país serían enormes:

  • Las reservas de oro serían 84% inferiores, con apenas 6,8 millones de onzas; las de cobre 87% inferiores, con 6 063 millones de libras; y, las de plata 86% inferiores, con 25,8 millones de onzas.
  • Se perderían USD 5 804 millones en inversiones en los próximos cuatro años y USD 11 694 millones a partir del 2025 hasta el fin de la vida útil de los proyectos mineros avanzados (2052).
  • Se perderían USD 3 350 millones en exportaciones, en el periodo 2021-2024 y USD 137 336 millones desde el 2025 hasta el fin de la vida útil de los proyectos mineros avanzados (2052).
  • Se registrarían pérdidas de ingresos fiscales por USD 857 millones en los próximos cuatro años y USD 34 757 millones desde el 2025 hasta el fin de la vida útil de los proyectos mineros avanzados (2052). Esta pérdida de ingresos fiscales iría de la mano con una disminución de la inversión social con recursos de las regalías, conforme lo establece la ley.

‘Lamentablemente, no aprovechamos el potencial’

Alberto Acosta Burneo, Analista económico del Grupo Spurrier«

Hay mucho potencial minero que lamentablemente no ha sido aprovechado en su totalidad. Tenemos un atraso respecto a otros países de la región como Chile y Perú. El entorno actual es complicado. Por un lado, tenemos una moratoria que bloquea el flujo de proyectos. En minería, los procesos duran muchísimos años en efectivizarse, desde la fase exploratoria hasta la de producción. Los proyectos que se arman hoy son las minas del futuro. Con la moratoria, hasta que haya la legislación de consulta ambiental, lo que sucede es que se detiene el flujo de inversiones, no va acontinuar el ciclo de vida que requiere una actividad como la minería.

Po otro lado, hay incertidumbre porque se desconoce cómo será la consulta previa y la consulta ambiental. Y en este aspecto, lo que mayor incertidumbre genera es la evaluación integral y vinculante para revisar los contratos y los derechos mineros. Una mesa técnica le va a otorgar a un grupo de personas, que no es parte del Estado, unas competencias que son exclusivas de este, como ponerse a revisar concesiones, permisos ambientales, impactos socio ambientales, operacionales y determinar mecanismos de remediación y reparación.

Otro aspecto es que el Gobierno acordó conformar mesas técnicas para hacer reformas a la Ley de Minería. Todos los compromisos que ha hecho el Gobierno complican mucho el ambiente para la actividad minera. Si bien los proyectos que ya están en proceso en este momento pueden continuar, porque la moratoria no aplica para estos, sino para los muevos, este no es un mensaje muy positivo, porque al final del día demuestra la oposición que existe frente a la actividad y evidencia que el Ecuador no es un lugar abiertamente atractivo o que busca abrir los brazos a la inversión minera. Al nivel de la opinión ciudadana todavía no hay ese convencimiento de la importancia y los beneficios que se podría recibir de la minería.

Del lado positivo, la minería industrial ya empieza a dar sus frutos, y eso es muy poderoso. Ver que la minería alcanzó el cuarto puesto en exportaciones, solo con dos minas en actividad, una de oro y otra de cobre, es un mensaje que va a hacer más por la minería que muchos discursos o campañas en contra que se pudieron haber efectuado. Esa actividad ya empieza a sentirse a nivel de la demanda de bienes y servicios, insumos, encadenamientos productivos, ya no es un tema marginal del que se disucte, sino que se empieza a sentir en la economía. Las empresas que mas impuestos pagan en el país son las mineras, eso sucedió el año pasado. Son un aporte importante para el Fisco. Eso es muy positivo para la actividad porque se empieza a ver ya los efectos de una actividad que tiene muchísimo potencial, pero que se ve en los hechos.

‘Hay una oportunidad de crecimiento’

Carolina Orozco, Country Manager de Torata Mining

A pocas semanas de que el 2022 termine, las industrias en el Ecuador hacen balances para determinar si el año dejo saldos positivos o negativos y, aunque muchos creen que este es un ejercicio exclusivamente financiero, en realidad implica múltiples componentes, especialmente cuando hablamos de minería.

Si miramos los números de forma aislada, el año 2022 ha sido bueno para la minería industrial, pues se consolidó como el sector de la economía nacional que más crece, posicionándose como el cuarto rubro del PIB no petrolero. Pero también ha sido desafiante, las tensiones políticas, las mesas técnicas entre el Gobierno y los grupos sociales, cambios de autoridades políticas y los vigentes procesos electorales a escala nacional le plantean a la industria escenarios complejos.

Es muy común que durante las campañas políticas se use la causa anti minera de forma demagógica, cuando en la práctica impedir la minería legal perjudica a las mayorías y beneficia las prácticas irregulares, dicho de forma sencilla, promueve la minería ilegal.

El sector minero mira el 2023 desde la perspectiva internacional y es innegable que el Ecuador está en el mapa minero mundial y esto es una oportunidad de crecimiento. Se cuenta con recursos geológicos que atraen la inversión extranjera y nacional y, frente a esta realidad, la industria necesita muestras concretas de voluntad, como la apertura del catastro minero, la expedición de la Ley que habilite la consulta previa, libre e informada, para precisamente contar con un marco dentro del cual operar en armonía con aquellas comunidades específicamente amparadas por dicho mandato. Y, hay expectativa de que en el 2023 se actualicen modelos de gestión de permisología, principalmente a la expedición de permisos ambientales y de agua.

Por otra parte, la minería también se ha visto afectada por la inseguridad en el país y esta problemática se acentúa debido al mal entendido dilema entre la protección del ambiente y la minería. Existen casos de proyectos atacados, frente a lo cual el sector demanda al Estado seguridad y garantías para trabajar. El combate a la minería ilegal debe ser permanente, aglutinador e incorporar la educación acerca de la minería con propósito. Esta debe convertirse en una de las principales tareas de la industria minera el 2023, puesto que es el punto de coincidencia entre todos los actores históricamente confrontados por este tema. Imagino una malla curricular construida entre mineros, ambientalistas, gobierno y comunidad. Soy una ingeniera ambiental gerenciando un proyecto minero, sé que es posible hacer minería responsable y con equidad de género.

Creo que uno de los retos más importantes que tiene la industria minera es precisamente derribar mitos y la única manera de hacerlo es llegando con información veraz a las zonas de incidencia, a nuestros vecinos y a la sociedad en general, porque con ellos y ellas tenemos mucho en común, queremos para nuestros hijos un mundo mejor y más sano ¿Cómo lograrlo? La minería con propósito tiene mucho que ver con esto, es la piedra angular de la transición energética, dota al mundo de los minerales necesarios para la construcción de los nuevos sistemas de transporte eléctrico, paneles solares, molinos eólicos, sistemas digitales, y todo lo que tiene que ver con la tecnificación de las industrias.

La minería es casi un sinónimo de desafío, es una industria asombrosa y compleja, el Ecuador tiene un enorme potencial humano y geológico, y puede consolidarse en lo industrial. Como Torata Mining Resources tenemos expectativas para el 2023 y un firme compromiso con la comunidad, estamos conscientes de la compleja coyuntura nacional, sin embargo, le apostamos a la minería con propósito.

‘Expectantes de que se abra el catastro’

 Rodrigo Darquea, Director de Asuntos Corporativos de BHP

En general, estamos muy expectantes de lo que va a pasar el próximo año. Obviamente, el país tiene un potencial enorme, creemos que se ha podido vislumbrar un poco lo que es la punta del iceberg sobre el potencial que tiene esta industria, con solo los dos proyectos industriales que se encuentran en operación. El potencial está, las empresas que queremos invertir en el país ya estamos acá, varias de las más importantes a escala mundial.

Por eso, estamos muy expectantes a que se nos abra el catastro minero como se nos ofreció. Creo que los puntos uno, dos y tres de prioridades para el próximo año es esa apertura. Llevamos cinco años sin el catastro abierto y sin este no se puede invertir en exploración y, por lo tanto, todo el proceso de desarrollo de la industria se trunca.

Otro aspecto importante es tener las reglas claras, cómo y dónde se puede invertir, los tiempos que van a a tomar los diferentes procesos. Entonces, el pedido sería tener certeza. Es una industria donde las inversiones son millonarias, donde los plazos de inversion son de décadas. Como BHP, invertimos en depósitos de clase mundial y eso significa inversiones millonarias, que se hacen bajo un horizonte que no se mide ni en meses ni en años, sino en décadas. Creo que tener certeza de las reglas de juego es clave.

El otro desafío es seguir con el diálogo con los diferentes actores de la sociedad ecuatoriana, que es una sociedad que está empezando a ver los frutos de lo que es una minería bien hecha. Tenemos un histórico muy lamentable de nuestra acción ilegal de recursos, unas actividades irresponsables que han generado mucho daño al país, a las comunidades y al medio ambiente. Hay que mantener el diálogo y traer a los diferentes segmentos de la industria a seguir conversando y buscando las mejores formas de desarrollar a esta industria que puede traer una oportunidad única para el país.

Como empresa ha sido un año muy bueno para BHP. Sumamos cuatro años sin fatalidades a escala mundial, tenemos 80.000 empleados. Eso refleja nuestro compromiso con la seguridad. Nuestra contribución económica global sumo USD 78,1 miles de millones, de los cuales  USD 17,3 miles de millones fueron destinados al pago de Impuestos a la Renta, regalías y otros pagos a los gobiernos. Hemos invertido USD 186 millones en proyectos de desarrollo comunitario, ambientales y donaciones. Nuestro portafolio incluye el cobre, níquel, potasa. Todo este esfuerzo para enfrentar el calentamiento global, todo este consumo mayor de cobre para la electrificación de las economías está llevando a precios que se mantienen en el tiempo y nos hace ver con buenos ojos de que estamos invirtiendo en los depósitos adecuados.

‘Avanzaremos a un ritmo más lento’

Rodrigo Izurieta, Sunstone Metals

Veo un panorama mixto. Por un lado, muy optimista de la industria, el potencial y de los avances. Pero por el otro lado, veo que vamos a avanzar a un ritmo mucho más lento de lo que el país pudiera hacerlo. Y eso es una pena, porque es una oportunidad perdida. La industria tiene proyectos que van caminando, con las dos empresas que están en producción y que tienen planes para ampliar su capacidad. Hay otras empresas que vienen atrás con otros proyectos muy interesantes en varias etapas. En cuanto los obstáculos, son ajenos a la industria, son regulatorios, tiempos de permiso, cosas de ese estilo, no son intrínsecos a la actividad, son más bien ajenos y puestos de alguna manera por el Estado.

El reciente cambio en el Ministerio de Energía y Minas refresca la dinámica que había en el Gobierno respecto a la industria. El Ministro actual entiende mucho del área petrolera y se ha dedicado en las últimas semanas a entender los detalles y problemas de la minería. La designación del viceministro Álvaro Ordoñez es una muy buena señal, es una persona con muchísimo conocimiento, tiene la película muy clara, conoce dónde flaquea la regulación y en qué se puede mejorar. Creo que esto augura un progreso importante en el nuevo año.

A escala mundial, en el corto plazo hay incertidumbre, por el proceso inflacionario, que no se ha reflejado en un incremento en el precio del oro, por toda la incertidumbre de crecimiento de la economía mundial y de China en particular, que es un gran consumidor de cobre. En el mediano y largo plazo, la demanda de metales, especialmente cobre, será muy robusta. Todos los analistas pronostican que el mundo va a necesitar una cantidad enorme para avanzar en el cambio de la matriz energética. Hay un déficit enorme entre lo que el mundo requiere para cumplir con sus metas ambientales y lo que la industria minera puede ofrecer. Esa demanda va a generar que hay muchas oportunidades para desarrollar minería en el Ecuador.

‘Un ambiente bastante sombrío’

Freddy Salazar (Presidente de Salazar Resources)

Veo un ambiente bastante sombrío, porque el Gobierno no ha apoyado en el tema de la apertura del catastro, tenemos complicaciones por parte del Ministerio del Ambiente en la entrega de los permisos. Se ve un entorno complicado para la inversión minera en el 2023. Solicitamos que el Gobierno apoye al sector en el área que le corresponde, exigir que se cumplan los permisos pero al mismo tiempo dar las facilidades para que se ejecuten estos permisos. En nuestro caso, hemos cumplido retos importantes, pero no los que. Hemos querido. Hemos tratado de avanzar en el tema de la licencia ambiental. Hemos presentado el estudio de impacto ambiental para obtener la licencia para el proyecto Curipamba y ha sido aprobado hace siete meses, pero hasta ahora no se nos otorga, porque todavía no está definido el tema de la consulta ambiental. Es algo ilógico que un país con un potencial minero tan grande tenga su catastro minero cerrado.

‘Va a ser un año movido, interesante’

Álvaro Dueñas, Gerente País de Adventus Mining Corp.

Creo que se viene un año bueno, especialmente por el tema del proceso de consulta previa que tenemos algunos proyectos retrasados por lo de la consulta ambiental. El Presidente ya firmó el decreto para hacer la consulta del decreto. El 2023 va a estar movido, interesante. Me parece que el Gobierno se ha hecho un poco ‘el loco’ de los acuerdos firmados, es mi apreciación. En algunos casos está tratando de minimizar, lo que no creo que afecte mayormente. Y los conflictos sociales siempre los hemos tenido, no han variado desde hace muchos años y hemos logrado trabajar. Sin duda hay proyectos que conforme se van acercando a explotación tienen más exposición y más problemas. Pero en general, siempre será así, aquí en Ecuador y en todo lado.

En el 2022 hemos tenido cosas buenas y malas. Lo malo es que tenemos un retraso de seis meses por la consulta ambiental, debíamos haberla hecho en junio, no ha sido posible por la falta del decreto y las nuevas reglas que el Presidente debe emitir, eso nos ha demorado. Por el lado positivo, avanzando en lo que podemos avanzar, que es el contrato de inversión que lo tenemos ya listo y también cierta exploración más avanzada y con buenos resultados. También logramos el 100% de financiamiento para el proyecto Curipamba. En general no ha sido un mal año para nosotros, cerramos con todo lo que estaba dentro de nuestro control. Para 2023, el enfoque será hacer la consulta ambiental en las comunidades para tener la licencia ambiental, a la espera de que se emitan las nuevas reglas. Y luego de eso empezar los trabajos de construcción, en Curipamba. Y en los proyectos Santiago y Pijili empezar exploración con sondajes.

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