La participación de la mujer en la industria minera ecuatoriana

Antonela Rosero Santamaría

• Ingeniera Ambiental
• Especialista en el manejo de riesgos naturales

En los últimos años ha surgido un fenómeno de inserción laboral femenina a las áreas consideradas como estratégicas dentro de la economía del país, y una de ellas es la minería; una industria relativamente nueva, pero con mucho potencial ya que actualmente es el cuarto rubro más importante de la economía nacional.

Históricamente, la participación de la mujer dentro de esta industria era negada debido a ciertos mitos como que las mujeres dan mala suerte en las minas, o que el trabajo en minería era únicamente para los hombres por el extenuante esfuerzo físico que se requiere.

En la actualidad existen otros argumentos que, por el contrario, fundamentan la incorporación de mujeres a la minería como: disciplina y compromiso con el logro de objetivos, la capacidad para realizar varias actividades de forma simultánea, habilidad para organizar tareas, flexibilidad para adecuarse a los cambios y habilidades de comunicación permiten resolver conflictos y generar ambientes de trabajo más gratos.

Dentro del país existen iniciativas que promueven la participación de las mujeres dentro de la industria minera. Durante el 2021 se realizó una encuesta de equidad de género con el propósito de evaluar la participación de las mujeres dentro de la industria minera. Los resultados arrojaron que la participación de mujeres dentro de la industria minera es del 16,95%, uno de los porcentajes más elevados de la región en comparación con países como Colombia (14%), Perú (6,4%) y Chile (9%).

Durante el estudio se evidenció que las mujeres tienen mayor participación en niveles organizacionales de mandos medios (jefaturas, coordinaciones, analistas), sin embargo, también existe un porcentaje que trabaja a nivel operativo (por cada 100 hombres, 19 mujeres trabajan en el nivel organizacional de obreros).

Estos datos indican que las mujeres estamos cada vez más involucradas dentro de la minería y nuestro aporte, en todos los niveles, es indispensable para la innovación y productividad del sector, contribuyendo así al desarrollo sostenible, y a una mayor igualdad laboral dentro del país. El reto todavía continúa, pero con nuestro trabajo diario podemos demostrar que los prejuicios y paradigmas sobre la participación de la mujer en minería, quedaron en el pasado.