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El 2024 llega con las luces apagadas para Ecuador

La salida a la crisis energética se extiende. Las autoridades desconocen cuándo se normalizará la situación. Mientras tanto, buscan alternativas para cubrir el déficit de electricidad.

Desde finales de octubre del 2023, los ecuatorianos han vuelto a vivir, después de mucho tiempo, la incomodidad de vivir sus actividades normales a la sombra de los cortes de energía. Una situación que continuará indefinidamente en el 2024.

Según el Ministerio de Energía, “es fundamental que se conozca que la situación de las centrales hidroeléctricas del complejo integral Paute -conformado por las centrales Molino, Mazar y Sopladora- al momento no produce a su máxima capacidad y registra un aporte de entre el 10 y el 15% de los requerimientos energéticos del país, cuando en invierno su capacidad genera entre el 35 y 40% de energía. A esto se suma que la central Coca-Codo Sinclair deberá entrar en mantenimiento, el cual estaba previsto para el pasado 8 de noviembre del 2023, pero no se lo ejecutó; la nueva fecha para este procedimiento etre el 6 y 7 de enero del 2024”.

La ministra Andrea Arrobo, añadió que bajo estas causas, como el estiaje persiste y las reservas en los embalses de las hidroeléctricas no se han recuperado, a partir del viernes 15 de diciembre del 2023 fue necesario incrementar los cortes de electricidad hasta una hora diaria (máximo tres horas de desconexión) y que se mantendrán, en primera instancia, hasta febrero del 2024.

En este escenario, el Gobierno ha planteado soluciones emergentes a la crisis: considerando que el déficit es de 465 MW, se lleva adelante el proceso de compra de energía off-shore a través de una convocatoria. Esta adquisición está a cargo de la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC). Asimismo, Arrobo viajó a Colombia para mantener reuniones con su homólogo con el fin de coordinar temas regulatorios y mejorar los precios de comercialización. “La grave crisis que enfrentamos se debe a la falta de planificación (de gobiernos anteriores) y de nueva generación”.

Por ello, con el fin de incentivar la cultura de ahorro energético, la Cartera de Energía y Minas inició una campaña de sensibilización que involucra a los sectores industrial, residencial, comercial y ciudadanía en general. El plan arrancó con la implementación de estas acciones en las instituciones que conforman el sector público para disminuir la demanda eléctrica entre un 2 y un 3%. Adicionalmente se plantea varias estrategias: manejo responsable y planificado del sector para disminuir los racionamientos, recuperación del parque térmico, procesos de contratación para nueva generación, campañas efectivas de eficiencia energética y apoyo industrial con autoabastecimiento.

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