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‘Las mujeres tienen espacio para involucrarse más en la minería’

El quiteño de 29 años, Juan Ignacio Serrano, está involucrado en la industria minera, en Canadá, desde hace un semestre. Durante la cumbre minera PDAC, desarrollada en Toronto a principios de marzo, nos encontramos con este joven profesional y conversamos sobre los avances en esta materia y cómo lo ve desde su perspectiva.

Nacido en 1993, en Quito, Ecuador, se marchó a Canadá en 2016. En el país, Juan Ignacio Serrano estudiaba en una universidad privada, pero no se adaptó al sistema. Empezó a buscar opciones en EE.UU., pero los costos universitarios era muy costosos. Entonces, apuntó a Canadá, por sus programas migratorios. Estudió en Thompsons River Univeristy, en la Columbia Británica, donde se graduó en Marketing y Comunicación. Una vez graduado se trasladó a Toronto. En esta ciudad empezó a trabajar en una empresa de tecnología, entre agosto de 2019 y julio de 2020. Mientras ganaba experiencia en el mundo de las ventas. Se mudó a vivir en Vancouver. En ese escenario, recibió la oportunidad de trabajar en la firma Fatigue Science.

Nos llamó la atención este pabellón por la propuesta del software, ¿de qué se trata?

Es un software que predice la fatiga en los operadores de la industria minera. Básicamente, somos la única empresa en el mundo que le puede decir al supervisor qué tan fatigado o cansado está o va a estar una persona antes de que empiece su turno. Los trabajadores en las minas mueven maquinaria sensible, que cuesta uno o dos millones de dólares, entonces, obviamente, todos los supervisores quieren asegurarse que sus operadores estén lúcidos a la hora de conducir.

¿Cuál es tu función dentro de la empresa?

Manejo todo Norteamérica y Sudamérica, abriendo oportunidades. Tenemos nuestros ejecutivos de cuentas, que manejan diferentes continentes, pero yo básicamente desarrollo el negocio en todo el mundo, ya sea en Australia, en Estados Unidos, en Latinoamérica, en África. Yo desarrollo el negocio, para que les conozcan a ellos, que son un poco más técnicos. Fue interesante, porque la primera vez que apliqué acá no me no me aceptaron. A la segunda vez, me dijeron que mi perfil era para ventas. Estoy seis meses y me ha ido muy bien. Somos pocos, pero la empresa hace bastantes ventas. Especificamente, toco las puertas de los grandes ejecutivos y les explico los detalles de lo que ofrecemos. Veo los perfiles y los ejecutivos se encargan de cerrar el negocio.

¿Qué te atrajo para saltar a la industria minera?

La tecnología siempre me ha llamado la atención y esto tiene algo súper importante que es el machine learning y la inteligencia artificial. Es un producto primero que salva vidas, entonces me parece increíble. El impacto que hago en la empresa es importante, me siento cómodo presentarme ante altos ejecutivos de mineras del mundo.

¿Cómo ves la minería desde dentro?

Me gusta bastante, hay demasiadas oportunidades. Lo que no me gusta, es que aun es una industria un poco machista. Creo que las mujeres tienen espacio para involucrarse más. Pero, de ahí, hay muchas oportunidades, siempre y cuando se haga de manera responsable.

¿Cómo es el reto de relacionarse con grandes firmas mineras?

En Latinoamérica es mucho más de palancas, conexiones y relaciones. En Estados Unidos, es más de ir directo al punto. Hace poco tuvimos una reunión con un vicepresidente de seguridad ocupacional para una de las grandes empresas de energía del mundo y fue una llamada en frío.

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