Puntos de extracción ilegal aumentan en 10 provincias de Ecuador
Un reportaje de Ecuavisa evidencia cómo las Fuerzas Armadas han detectado campamentos ilegales y bocaminas a lo largo del país. Según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, en zonas como Bolívar y Orellana, la actividad incide en la violencia.
En uno de los ríos del cantón Pallatanga, en Chimborazo, había una retroexcavadora y generadores de energía. En ese punto, las Fuerzas Armadas descubrieron a dos personas dedicadas a la minería ilegal el pasado 18 de octubre del 2024. El campamento era pequeño. Tenía una clasificadora tipo z de madera, una especie de maquinaría para clasificar las rocas. Esta localidad es una de las más recientes donde se ha identificado actividades mineras ilegales.
Un día antes, el 17 de octubre, en Tiwintza, cantón de Morona Santiago, los militares inhabilitaron excavadoras en la comunidad Yapapas. También decomisaron herramientas y materiales. Los hallazgos se dieron después de que el presidente Daniel Noboa señalara en cadena nacional que se ha detectado minería ilegal en la frontera. Aunque no especificó si fue en el lado norte o sur del país, las publicaciones del Ejército dan cuenta de nuevos puntos de extracción también en otras partes del Ecuador en apenas una semana.
Por ejemplo, en el cantón Chillanes, en Bolívar, el 16 de octubre se inhabilitaron cinco bocaminas y dos campamentos irregulares. En el sitio había una gran cantidad de explosivos y herramientas. Macará, en Loja, fue otro de los puntos donde habían bocaminas. Allí los soldados incautaron gran cantidad de material aurífero almacenada en sacos de yute. Según las publicaciones del Ejército, entre el 13 al 19 de octubre, se ha detectado minería ilegal en 10 provincias.
En Carchi, provincia fronteriza con Colombia, se descubrieron 40 bocaminas en un campamento grande con capacidad para albergar a unas 80 personas. En esta zona, según el informe exploratorio realizado por la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos, del Departamento de Estado de los Estados Unidos, operan dos grupos criminales del vecino país y uno de Ecuador vinculados a la minería. El documento detalla que integrantes de la organización delictiva Los Lobos y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se dedican a la minería ilegal. Además de otras actividades ilícitas como la extorsión, lavado de activos y tráfico de drogas y combustibles.
Una situación similar que se vive en Ponce Enríquez, en Azuay. Allí también la extracción ilegal de oro está ligada a Los Lobos, que enfrenta una guerra con su facción los Saobox, por controlar la actividad, según las autoridades.
Daños ambientales
Inteligencia militar ha detectado dos modalidades de extracción ilegal de oro. Una es a cielo abierto, al pie de ríos. La otra es la construcción de túneles subterráneos o bocaminas. En la minería a cielo abierto, según un militar, se usa mercurio para concentrar y extraer el oro. Pero la cantidad que se consigue es poca en relación al daño ambiental. Esta modalidad se da más en la parte de la Amazonía, como Napo, Orellana, Morona Santiago y Zamora Chinchipe, en esta última provincia, hubo más de 30 detenidos en un operativo el 16 de octubre del 2024.
Justamente en septiembre, el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), publicó un reporte de desforestación causada por esta actividad. El organismo señaló que la superficie afectada por la actividad minera ilegal en el río Punino, entre Napo y Orellana aumentó 420 hectáreas en el primer semestre del 2024. Y que desde el 2019 a la fecha, el impacto total es de 1 422 hectáreas.
En octubre de este año, el MAAP publicó otro boletín. Esta vez indicando que la minería ilegal tendría la habilidad de operar en zonas alejadas y de difícil acceso, como áreas protegidas naturales del Ecuador. La publicación detalló por ejemplo que en el Parque Nacional Podocarpus, para el 2024 se detectó una afectación de 50 hectáreas. En el Refugio de Vida Silvestre El Zarza, la estimación es de 33 hectáreas en la zona cercana. El caso más crítico, está en el Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras, cuyo daño ambiental es de 142 hectáreas.
En el caso de las bocaminas, gran parte del material aurífero se transporta en volquetas y camiones hasta Portovelo, en El Oro, donde están las plantas de procesamiento. Allí, según indicó un oficial de inteligencia militar, se usa cianuro para sacar el oro y el agua contaminada es depositada a los ríos de la zona.
La violencia en las zonas
En las últimas semanas, la onza de oro sobrepasó la barrera de los USD 2 700. Y se prevé que en los primeros meses del 2025 supere los USD 2 900. En el caso de la plata, la onza de este material se cotiza en USD 30,88. Mientras que la libra de cobre se oferta en USD 4,36 y la tonelada por USD 9 661.
Dichos valores hacen que esta actividad sea atractiva para las mafias. El director del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, Renato Rivera, detalló que en algunos puntos, la minería ilegal ha traído consigo un repunte de la violencia. Según su boletín semestral, la tasa de homicidios en Orellana por cada 100 000 habitantes pasó de 11,53 % en el 2023 a 32,29 % en el 2024. En esa provincia, los crímenes estarían ligados a la actividad ilegal. Ocurre lo mismo en el cantón Las Naves, en Bolívar. A esas localidades se suma Ponce Enríquez, en Azuay, donde este año hubo al menos cuatro masacres. Hasta el 30 de septiembre del 2024, ese cantón sumaba 56 asesinatos.